jueves, 9 de agosto de 2012

METRO DE ESTOCOLMO. Arte bajo tierra.




El metro de Estocolmo Stockholm Tunnelbana (en sueco) como transporte público es un medio eficiente y rápido, no obstante subirse en el metro de Estocolmo, se ha convertido en un gran espectáculo ya que es una inmensa galería de arte, viajar a través del metro de Estocolmo es darse cuenta de un valor añadido que la ciudad y sus arquitectos han sabido dotar. Es como sí se entrase en un museo de arte contemporáneo, cada estación es única en su concepción.

Muchas estaciones a parte de poder contemplarlas como auténticas obras de arte se pueden admirar exposiciones de pintura, escultura con las técnicas más avanzadas y modernas. Gran parte de las nuevas estaciones construidas en años recientes son una verdadera maravilla. Ninguna otra ciudad del mundo tiene un metro como el de Estocolmo.


La idea se debe a Peter Celsing, (29/03/1920-16/03/1974) fue el principal diseñador —al menos en su concepción— del metro suburbano de Estocolmo, dejando la construcción de las primeras estaciones empleando técnicas avanzadas en grandes superficies de hormigón. Celsing trabajó a menudo en un tosco estilo con grandes superficies expuestas de hormigón gris, en ocasiones lo combinó con grandes cristales que exponen la estructura del edificio desde el exterior con detalles interiores en madera. Peter Celsing estudió en la escuela de arquitectura del Royal Institute of Technology, en Estocolmo y en la Real Academia Sueca de las Artes. Fue profesor de arquitectura en el Royal Institute of Technology.


En 1950 se inauguró la primera línea del metro suburbano y pocos años más tarde se instalaron las primeras exposiciones de obras de arte. Vera Nilsson y Siri Derkert fueron los artistas impulsores de la idea de que las estaciones pudieran albergar arte para la ciudadanía. En el año 1955 el Ayuntamiento de Estocolmo dio el visto bueno para instalar arte en el metro y en el año 1957 la estación Central albergó las primeras obras de arte. La extensión de la línea es de unos 110 kilómetros y de las 100 estaciones de la línea suburbana en unas 90 albergan sendas exposiciones de obras de arte. Para los que visiten la ciudad de Estocolmo existe un folleto explicativo "Art in the Stockholm Metro"
(en inglés)


En los años ‘80 se construyeron cinco estaciones excavadas en la roca llamadas estaciones-cueva. Cuatro de ellas se conocen como estaciones trompeta. Reciben este nombre porque tienen una única entrada y se van estrechando a medida que se avanza hacia el interior. En esta época los artistas trabajaban mano a mano con ingenieros y arquitectos y operarios para integrar el arte.


En los años ‘90 se abren dos estaciones, Bagarmossen y Skarpnänck. Arte y arquitectura se diseñan desde el principio como un todo. También prestan atención a mejorar los accesos y hacer más cómodas las estaciones viejas e incrementar el arte de otras. Estaciones que adquieren arte en estos años son Gamla Stan, Gubbängen, Hörtorge, Svedmyra, Värby gärd y Värgerd.


En la estación de T-Centralen, se pueden admirar en sus paredes relieves y azulejos que datan de los años 50, mientras que en Arsenalsgatan; a la salida de la estación de Kungsträdgården (línea azul), podrás contemplar unas excavaciones arqueológicas con antiguas columnas y otros detalles interesantes. Asimismo, La estación de Solna Centrum (línea azul), destaca por su techo cavernoso de color rojo chillón que parece “pesar” sobre el andén. Como contraste, las paredes de la estación representan un bosque de abetos de un kilómetro de largo.


El arte en el metro es dinámico. Como no se construyen nuevas estaciones pero se quiere dar la oportunidad a nuevos artistas de exponer en el metro, hay seis estaciones donde el arte se va reemplazando varias veces a lo largo del año. Algunas de las estaciones habilitadas para trabajos temporales son Zinkensdamm, Skanstull, Odenplan, Slussen, Fridhemsplan y Gärdet.


Ruta de la trilogía de Millenium por Estocolmo
De las catorce islas que forman la capital sueca es en Södermalm, la más bohemia de todas, donde discurre gran parte de la «ruta de Millennium». La trilogía obra de Stierg Larsson, con los títulos adaptados al castellano: “Los hombres que no amaban a las mujeres”, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” y “La reina en el palacio de las corrientes de aire” y en las adaptaciones posteriores de sus películas, cuyos personajes de la novela son Mikael Blomkvist, un periodista y co-propietario de la revista Millenium, una pequeña revista de izquierdas bastante popular en Estocolmo y Lisbeth Salander, una joven hacker, extremadamente inteligente y con una memoria fotográfica.


Un proyecto increíble que se ha convertido en la admiración de todos los visitantes de la ciudad y, en particular, aquellos que a través de la obra de Stieg Larson, la trilogía de Millenium, el gran éxito editorial y cinematográfico, ya tienen conocimiento de su maravilla. Somos muchos los que nos hemos quedado prendidos con las singulares vidas de Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander. Mikael, un periodista dispuesto a poner a la luz desentrañando cualquier asunto de corrupción que anida en la ejemplar y modélica sociedad sueca. Lisbeth, una hacker con una vida asocial pero con una inteligencia fuera de lo común y una personalidad fuerte que busca hacer justicia a su manera de entender.


El argumento de la obra está, de alguna forma, relacionado con la discriminación sexual que habita, en una parte de la sociedad sueca, y posiblemente adquiere fuerza según explica su compañera Eva Gabrielson, por ser Larson durante su adolescencia, testigo presencial de una violación. Este hecho lo marco profundamente y le llevo a autoafirmarse como feminista. En sus novelas el feminismo le confiere un extraño poder.


A la muerte de Stierg Larsson de un ataque al corazón en 2004, con tan sólo con 50 años, se corrió el rumor de que había muerto en circunstancias sospechosas debido a que estaba investigando y escribiendo sobre movimientos racistas de extrema derecha en Suecia. Aunque la noticia no tenía ningún fundamento sirvió para los medios de comunicación suecos para airear esa noticia como algo que tenía visos de verosimilitud, después se demostró que nada de lo publicado era cierto.



GOOGLE

Ha ordenado y clasificado todas las entradas de mi blog.
y, lo ha hecho, dándome un código:
site:luisbusom.blogspot.com
Para verlas sólo hay que clicar el link de más abajo,
una vez abierta la página a la izquierda tiene varias opciones, entre ellas,
las imágenes que he utilizado en cada escrito.