miércoles, 25 de enero de 2012

CARNAVAL DE VENECIA, días de glamour.


Orígenes de la ciudad de Venecia
En la época romana el territorio de Venecia hacía parte de décima región augusta junto a Istria. Los orígenes de Venecia son inciertos, parece que entre el siglo V y el Siglo VI las invasiones bárbaras, sobretodo los Longobardos, habían empujado a la población de tierra firme a encontrar asilo y protección en las islas de la laguna: de este éxodo habría nacido la ciudad de Venecia. 

En principio fue gobernada por los “Tribunos marítimos” y después por el Doge (Duca), bajo la protección de Bizancio. Puesta en la frontera del Imperio Bizantino, Venecia desarrolló un fuerte espíritu de independencia (que persiste con cierta relevancia hoy en día, sentimiento independentista tanto o más como lo puedan tener catalanes y vascos) que la llevó a ser una de las ciudad-estado que formaron las Repubbliche marinare, junto a Génova, Pisa y Amalfi.


Venecia ha sido por más de mil años la capital de la Repubblica di Venezia como un estado independiente y siempre fue conocida como la Serenissima Repubblica di Venezia, también conocida como la Repubblica di San Marco y Repubblica Veneta y conocida con varios sobrenombres como los de “La Dominante”, La “Reina del Adriátrico” y su estado abarcaba gran parte de la actual parte nororiental de Italia y, también, gran parte de la costa oriental adriática, Istria y la antigua Dalmacia, es decir, la actual Croacia.

Venecia es considerada universalmente como una de las ciudades más bellas del mundo y forma parte del Patrimonio de la Humanidad, de la UNESCO. El corazón de la ciudad es, con toda seguridad, la Piazza San Marco, dominada por la basílica y de su campanario. Flanqueando la basílica surge el Palazzo Ducale, del siglo XV y que fue sede del Gobierno de la Serenísima.

Francesco Petrarca, en una carta enviada a un amigo de Bolonia en el año 1321 la describía de esta forma qué era la Serenissima Repubblica di Venezia:

Venecia la Ciudad que, hoy en día, es la única que es albergue de la libertad, la justicia, la paz, el único refugio del buen puerto y única a la que, golpeada por todos lados por la tiranía y la guerra, los buques pueden ser reparados con la salvación de los hombres que tratan de llevar una vida tranquila: una ciudad rica en oro, pero más que el nombre, por las fuerzas más poderosas de la virtud, en una base sólida de la concordia civil y la propiedad firmes, y mejor que el mar donde limita de la prudente sabiduría de sus hijos.


Un poco de historia del Carnaval de Venecia
El origen de la palabra Carnaval proviene de las dos palabras del latín Carnem Levare (quitar carne), de los cuales proviene el término italiano Carnevale y también la palabra en castellano Carnaval.

El “Carnevale di Venezia”, si no es el más grande, seguramente es el más conocido por la fascinación que irradia y el misterio que continua poseyendo, todo y así han transcurrido 900 años desde el primer documento que hace referencia a esta famosísima fiesta.

Todo el mundo ha oído hablar del Carnaval de Venecia. Tiene una tradición milenaria que se remonta al año 1094 bajo el Ducado de Vitale Falier. En un documento se habla de las diversiones públicas en los días previos a la Cuaresma. El documento oficial declaraba el Carnaval como una fiesta pública.

Todavía el Carnaval mantiene tradiciones muy antiguas que nos llevan a cultos ancestrales del paso del invierno a la primavera, cultos presentes en casi todas las sociedades. Basta pensar a las fiestas romanas de las Saturnales a las que se las llegó a denominar “fiesta de los esclavos”, ya que en ellas, los esclavos recibían raciones extras y abarcaban desde la Navidad al Carnaval en el cual el motivo era “Semel in anno licet insanire” (“Una vez al año es lícito no tener freno”).
     “Semel in anno licet insanire” (“Una vez al año es lícito no tener freno”).

Esta frase era resumía el espíritu que animaba a la oligarquía veneciana y a las clases dirigentes latinas con la concesión y la ilusión a las clases sociales más humildes de convertirse, por un breve periodo del año, parecidos a los poderosos, concediéndoles el poder burlar públicamente a los ricos escondidos por el anonimato de una máscara en el rostro. Una útil válvula de escape de desahogo para tener bajo control las tensiones sociales bajo el ejemplo del “Panem et Circenses” latino.

En un tiempo el Carnaval era mucho más largo y comenzaba en el primer domingo de octubre para intensificarse el día después de la Epifanía culminando en los días que precedían a la Cuaresma. Hoy el Carnaval tiene una duración de cerca diez días coincidiendo con el periodo pre-pascual, pero la fiebre del Carnaval empieza mucho tiempo antes, tal vez no es correcto decir que, en Venecia, la fiebre del Carnaval no se detiene en todo el año. Una sutil euforia insinuante está presente en las calles de la ciudad más hermosa del mundo. Señorial y misteriosa emerge del agua de forma brumosa y humeante dibujando el contorno de sus calles, sugiere misterio en una atmósfera llena de glamour de tiempos lejanos.

En un tiempo ya lejano el Carnaval de Venecia consentía a los venecianos dejar parte de sus ocupaciones laborales para dedicarse a la diversión, se construían palcos en las plazas principales, a lo largo de la Riva degli Schiavoni y en la Plaza de San Marcos. La gente paseaba admirando las atracciones: los acróbatas, “saltimbanchi”, los animales danzarines.

Durante muchos días al año, el mundo parecía no oponer resistencia y los deseos se convertían realizables, no había pensamiento o acto que no fuese posible. Esta era la Venecia del Setecientos, el siglo que la convirtió en el patrimonio de la sugestión y de la fantasía. Venecia era entonces el mundo de Giacomo Casanova, un mundo superficial, festivo, decorativo y galante, era el mundo de los pintores Boucher y Fragonard, de Giambattista Tiepolo, era la patria del padre de la Comedia de los caracteres, uno de los más grandes autores de teatro europeo: Carlo Goldoni que, en una poesía dedicada al Carnaval, representa así el espíritu de la fiesta:

               “Qui la moglie e là il marito
Ognuno va dove gli par
Ognun corre a qualche invito,
chi a giocar chi a ballar”.

               “Aquí la mujer y allá el marido
Cada uno va donde le parece
Cada uno corre a cualquier invitación
aquí a jugar, aquí a bailar”

En el siglo XIX, en cambio, Venecia y su Carnaval encarnan el mito romántico internacional y la ciudad de la Laguna, con sus brumas y el aspecto pantanoso se convierte en la meta de los artistas, escritores, músicos, aventureros, bellísimas mujeres y personajes famosos, entre los cuales destacaron: Sissi d’Austria, Wagner, Byron, George Sand, Ugo Foscolo.

El Carnaval hubo una época que decayó, fue después de la caída de la República de Venecia porque la fiesta era mal vista por la ocupación temporal de austriacos y franceses. La tradición del Carnaval se conservó en las islas de Burano y Murano donde se continuó festejando. Pero es a partir del final de los años 70 del siglo XX que asociaciones cívicas y ciudadanos se empeñan para hacer resurgir el Carnaval inaugurándose en el año 1979. El Ayuntamiento de Venecia, el Teatro La Fenice y la Biennale preparan un programa de once días, aunque dejando gran parte de las festividades a la improvisación y a la espontaneidad pero con un apoyo logístico bien planeado.

Hoy en día el Carnaval de Venecia es un magnífico “hauppening” que implica grandes patrocinadores, las redes televisivas, fundaciones culturales que han montado un verdadero centro de atracción con miles de visitantes deseosos de participar en una de las fiestas más transgresoras de renombre mundial. Por las calles de la maravillosa ciudad, por una decena de días, se desarrolla continuas representaciones teatrales, bailes de máscaras y disfraces que tienen la fascinante admiración de todo el mundo.


A VENEZIA, LA VITA È TEATRO
En Venecia la vida es teatro! Un espectáculo teatral itinerante.

Piazza San Marco
Nuevo espectáculo del Carnaval 2012

En Venecia, a partir de la mitad del siglo XV, como que las calles eran escasamente iluminadas y en sus calles las únicas luces eran los “cesendelli” o luces de velas encendidas delante a las numerosas imágenes de las paredes, los nobles y la gente rica, se hacían preceder de un siervo armado con un farol llamado “codega”, con el propósito de iluminar el camino en la oscuridad de la noche.

Ahora, en la actualidad, se descubrirá ese Carnaval antiguo a través de las explicaciones del codega, los visitantes serán escoltados en los lugares de la Venecia insólita y secreta, lejana de la pacífica confusión del Carnaval, para descubrir algunas curiosidades de la historia y de la vida cotidiana de la Serenissima, tanto de los grandes personajes (Giacomo Casanova) como de pequeños sucesos. Así se descubrirá que un día el diablo salió del muro de un palacio y que el agujero aún hoy puede verse. Que la peste que hubo en una época está ya muy lejos de la ciudad y que el teatro del fin del siglo XV La Fenice, se convirtió en parte integrante en la vida de los venecianos.

Es un recorrido de visita ideado por el escritor veneciano Alberto Toso Fei.


Gran Canal y Sestiere di Cannaregio
La Fiesta sobre el agua. Es la fiesta de todos los venecianos, dedicada a los ciudadanos y huéspedes de la ciudad lagunar. El cortejo ácueo organizado por la coordinadora de las Asociaciones de remeros soltará amarras en la Punta della Dogana y navegará a lo largo de todo el Gran Canal hasta confluir en el popular Cannaregio donde desfilaran con un público abarrotando las orillas. A la llegada de las góndolas se abrirán los tenderetes gastronómicos que ofrecerán al público los cicheti, una especialidad veneciana y los dulces de la tradición del Carnaval por antonomasia: las fritole y galani.


Las máscaras venecianas.
“Buongiorno Siora Maschera” (buenos días señora Máscara). A lo largo de las calles y de los canales, este era el saludo. La identidad personal, el sexo, la clase social no existían, se entraba a formar parte de la Gran Ilusión del Carnaval, en un lugar único en el mundo, donde todo puede suceder, donde cada segundo hace adentrarte en la fascinante andadura de lo desconocido.


Los artesanos que fabricaban las máscaras eran llamados “mascherieri” desde el tiempo del Doge [1] Foscari y poseian un estatuto particular fechado en el año 1436. Pertenecían al gremio de los pintores y estaban ayudados por los “targhieri” que imprimían sobre el estuco caras pintadas, muchas veces con ridículas fisonomías con abundancia de detalles. Las mascaras no venían sólo utilizadas durante el periodo del Carnaval, también en alguna otra ocasión: era permitida el día de Santo Estefano que sancionaba la fecha de inicio del Carnaval veneciano hasta la medianoche del Martes Lardero que terminaban los festejos del Carnaval.

[1] Doge:
El dux (latín dux, líder) o dogo (del italiano doge, adaptación del veneciano doxe, y este a su vez del latín dux), era el más alto cargo oficial de la República de Venecia, vigente durante más de mil años, entre el siglo VIII y el siglo XVIII.


También estaban permitidas durante quince días de la Ascensión y, algunos más, con particulares derogaciones lo utilizaban has finales de junio. Y, finalmente, en algún banquete o fiestas de la República veneciana era consentido el uso de “Bauta y Tabarro” [2]

[2] Bauta y Tabarro:
La Bauta está compuesta: Por un Tricornio negro (sombrero típico de tres puntas). Un velo negro o Tabarro y una máscara blanca.
La Bauta es la máscara que “ogni disuguaglianza agguaglia” (toda desigualdad iguala) y garantiza el total anonimato. La característica de esta máscara era que venía usada tradicionalmente de forma indistinta por hombres que por mujeres. Para las mujeres tenía distintos usos: para las mujeres casadas que debían ir al teatro era obligatorio ponérsela, pero contrariamente, para las jóvenes en edad matrimonial, estaba prohibida.

Bailes de máscaras en toda la ciudad
En toda la ciudad hay docenas de bailes de máscaras, almuerzos con trajes de época y cenas de gala donde asistir. Al caer la noche, los bailes de disfraces cobran vida, el gótico Palazzo Pisani - Moretta alberga uno de los importantes. Ofrece a sus huéspedes góndolas para desplazarse a lo largo del Canal a la luz de la luna para trasladarlos al Ballo del Gran Ducal, al Ballo Mascheranda o al Ballo Tiepolo. Los palacios de luz de las velas, música barroca, bailes de salón y suntuosos trajes.


Gran Ballo della Cavalchina
Por otra parte, el más famoso y exclusivo baile reune a la suprema elegancia en el Gran Ballo della Cavalchina, el más célebre baile de máscaras de tradición veneciana del siglo XVIII y XIX, reemprendido con gran éxito desde el 2007. El baile se celebra la noche del sábado 18 de febrero en la platea del Teatro La Fenice, convirtiéndose en un elegante y refinada sala de baile, en la cual se desarrollará una fiesta privada espectacular animada por artistas de excepción y con la presencia de los personajes más famosos de todo el mundo. El programa de la noche también cuenta con una amplia gama de actuaciones protagonizadas por payasos vestidos de la época, acróbatas y orquestas.


Teatro La Fenice
El Teatro La Fenice (El Fénix) es uno de los teatros de ópera más famosos del mundo. Antes que el Teatro de La Fenice existía el teatro de San Benedetto, el teatro más famoso de Venecia, pero en 1774 después de 40 años de funcionamiento fue destruido por un incendio, la familia propietaria construyó uno nuevo en el Campo de San Fantin. Las obras se iniciaron en junio de 1790, y terminaron en mayo de 1792. El nuevo teatro fue nombrado La Fenice para honrar el resurgimiento de la compañía, primero de sus cenizas, y luego de su mudanza. La Fenice se inauguró el 16 de mayo de 1792 con una ópera de Giovanni Paisiello llamada I Giochi di Agrigento.

El Teatro La Fenice tuve varios percances: En 1836 un nuevo desastre se ensañó contra el teatro. El fuego lo consumió nuevamente y tuvo que ser reconstruido rápidamente, reabriendo sus puertas el 26 de diciembre de 1837.

En 1996 otro incendio destruyó completamente el teatro. Se descubrió que el incendio fue provocado. Los trabajos de reconstrucción se iniciaron en 2001 y culminaron con la reapertura del teatro el 14 de diciembre de 2003, con un concierto inaugural con obras de Beethoven, Wagner y Stravinski. La reconstrucción estuvo a cargo del arquitecto Aldo Rossi quien respetó el estilo original del siglo XIX.


Il Ballo del Doge
Este año se celebra la decimonovena edición de esta fantástica producción que trasciende a las fiestas simples para convertirse en un verdadero Happening internacional se llamará:

Queensessence
perfume de mujer,
esencia de Reina,
gotas de placer ...

Dedicado a todas las mujeres, Reinas en su alma y a todos los hombres que saben reconocerlas. Será un verdadero espectáculo con trajes inspirados en las reinas del pasado, la leyenda de "la imaginación y el mito” está dedicada a todas las mujeres que con su fuerza, pasión e inteligencia son Reinas en su alma.


Un gran espectáculo que interpreta la belleza, el glamour y la pasión de estas reinas, mujeres de todas partes y de todo tiempo.. que, vestidas con trajes preciosos y únicos, serán el alma de un espectáculo extraordinario y original. Un espectáculo de emocionantes efectos visuales, de música sublime, bailes emocionantes y el rendimiento en el digno arte de los más célebres musicales, traerán una dimensión donde el tiempo no existe.

Dejemos de lado los relojes, escuchemos sólo los latidos de su corazón, para seguir el rastro de un aroma, para moverse al ritmo del agua en una ciudad donde el silencio es música y sueño. El tiempo, la fantasía y la historia conviven en perfecta la armonía.
                                                                  

Sonidos, olores y colores... cada sentido será estimulado en la búsqueda de aquel inefable elixir que, aunque sea sólo por una noche convierte a los huéspedes de Il Ballo del Doge en protagonistas de un sueño colectivo... antes de la llegada del alba.


Un verdadero show con vestidos de época inspirados en las reinas del pasado, según Vanity Fair, el baile más suntuoso, refinado y exclusivo del mundo. El evento artístico del Carnaval de Venecia, un encuentro cultural mundano de un eco internacional absoluto. Considerado como un espectáculo de los diez mejores del mundo. En 1993 Antonia Sautter, la creadora del Baile del Doge, tuvo la necesidad de ofrecer al público ese momento mágico, nacido de sensibilidad y su arte, en el que se entremezclan la historia, la cultura, el arte, la creatividad y la poesía. 

Renovada cada año presenta un espectáculo con una espléndida escenografía en un palacio veneciano. En esta atmósfera única, cada año, 400 invitados gozan de la magia privada de un sueño compartido, iluminado por centenares de candelabros, con vestidos de elegancia histórica, con complementos exclusivos de plumas, velos y terciopelos…

Carnaval de Venecia 2012 

© Lluís Busom i Femenia




Sugerencia:
'Il Carnevale al buio' o el Carnaval en la oscuridad es un recorrido por Venecia en completa oscuridad, para descubrir durante unas horas la importancia de los sentidos alternativos a la vista.