viernes, 13 de mayo de 2011

GULLIVER (Viaje a través del tiempo)




Los primeros libros leídos en mi adolescencia son los que, en cierta medida, han dejado una huella más profunda en mis sueños quiméricos, son como si formaran parte de mi interior y los recuerdo con verdadera complacencia cuando de niño adolescente me sumergía dentro de esas historias fantásticas. Recuerdo con veneración los libros de: Julio Verne, aunque tiene tantas obras y tan interesantes que es difícil escoger sólo una, pero eligiré la que de niño me cautivó: 'Viaje al centro de la tierra' [1864] Verne tiene más de una cincuentena de obras y muchas de ellas contienen las más fabulosas y extraordinarias aventuras.


Monumento a Julio Verne en la ciudad de Vigo (España) obra de José Morales.

Recuerdo con fascinación: El barón de Münchhasusen, de Rudolf Erich Raspe [1785]; Robinson Crusoe, de Daniel Defoe [1719] pero por sobre todos, hay dos libros que recuerdo con veneración: Tarzán de los monos, de Edgar Rice Burroughs[1912]; y Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift [1726].Gulliver me fascina todavía.


Libros con las Aventuras de Tarzán, lectura de mi adolescencia.

Sucede con frecuencia que, cuando empiezo a esbozar un tema o una historia, a medida que voy adentrándome en ella, casi siempre me encuentro que aparecen en mi mente caminos supuerpuestos que me llevan a una deriva personal. Sin ser el propósito primero van apareciendo por una esquina de mi pensamiento algún hecho que me pertenece, aparece algún elemento de la historia que despierta algún recuerdo o alguna experiencia personal que está relacionada con lo que escribo. Entonces se presenta la disyuntiva de superponer a la historia alguna parte mía y, con frecuencia, la integro en un texto que en origen no estaba previsto. Creo que esta superposición de textos lo hace más mío y personal y, hacerlo no me disgusta del todo, aunque es cierto que alguna vez he recibido algún tirón de orejas por escribir demasiadas verdades.

Siempre me ha gustado releer el libro 'Los viajes de Gulliver', de Swift. Su obra, como toda obra maestra, tiene distintos niveles de lectura. Recuerdo de niño cuando, por primera vez, llegué a Liliput, lo hice con los ojos sorprendidos de un niño. Lo que acababa de leer lo involucraba rápidamente a mis juegos. Era como si alguien me hubiera suministrado un guión para argumentar mis juegos. El billar que me trajeron los Reyes Magos, ya no me servía para jugar al billar,se había convertido en la auténtica pradera donde un muñeco tendido en medio del tapiz verde hacía de sufrido Gulliver atado con cordel, sujeto y tensado con chinchetas a modo de estacas para que quedara bien aprisionado.



Gulliver atado mientras dormía por liliputienses...

Las miniaturas de los soldados de plomo y los indios, hacían de liliputienses subidos al cuerpo de Gulliver para incordiarlo sin descanso. Yo hacía la voz gutural imitando los rugidos de Gulliver para asustar a los pequeños liliputienses, mientras los enanos entablaban los diálogos más dispares. Eran diálogos usurpados a Jonathan Swift que yo creía que me pertenecían... Sería perfecto poder trasladar esa imagen de mi niñez con el Gulliver tendido y atado en la mesa de billar, como la imagen perfecta ilustrativa de este relato.
Cuando de adulto viajas de nuevo a ese mundo, descubres una historia distinta que pasó desapercibida en la lectura de niño. A través de sus viajes va mostrando distintos modos de vivir, distintas sociedades que se consideran a sí mismas perfectas, entre los gigantes y los liliputienses. Me encanta como se ríe de la sociedad de la época y, en su libro, derrocha gran inventiva simulando que él escribe sin fantasear, ni inventarse nada, sino que él es, ante todo, un escritor con rigor, es más, en la misma novela aclara este punto, haciendo sátira de sí mismo, diciendo:



''Así lector amable te he rendido relato fiel de mis viajes. Tal vez pudiera haberte asombrado, como hacen otros, con historias extrañas e inverosímiles, pero yo elegí contar ralidades palpables en la forma y estilo sencillos. Desearía que se promulgara una ley para que todo lo que se escribiera fuera absolutamente verdadero; pues así no se engañaría al mundo como hacen algunos escritores, para que sus obras tengan mayor aceptación, embaucando al inadvertido lector con enormes embustes. En consecuencia me impuse a mí mismo de que siempre me atendría a la verdad estricta''

Jonathan Swift, irlandés, de pensamiento anarquista y masón, escribió Los viajes de Gulliver en 1726 y, a parte de ser una novela digamos de aventuras, es también una crítica política y una sátira sobre la condición humana y contra la sociedad. Swift es un inventor nato de palabras y lugares que sólo estaban en su imaginación, nombres como 'Lilliput' un país habitado por personas diminutas que medían quince centímetros de alto. También el país enemigo de Liliput, 'Blefescu' con los que estaban en permanente guerra. Son llamados imperios —aceptándose que es un recurso literario— en el que  Liliput es Inglaterra y Blefescu, es Francia. Están en guerra porque unos son partidarios de 'cascar los huevos' por la parte más puntiaguda y los otros, por la parte inversa.


Los Yahoo's transportando a un ser superior Houyhnhnms

Hay una parte del libro que es muy interesante y, tal vez, de obligada lectura, es la visita al país de los Houyhnhnms. Los Houyhnhnms son caballos y en su lenguaje significa 'la naturaleza perfecta', ellos son los gobernadores y quienes rigen los destinos del país. Una sociedad perfecta porque viven sin presunciones. Las deformes criaturas humanas son los YAHOO. [como el lector sabe o habrá adivinado es de dónde proviene el nombre del buscador Yahoo!], Los Yahoo son abominables animales con una figura perfectamente humana que no han llegado a desarrollarse, caras planas y anchas, peludos y que se comportan como animales, pelean y sólo les motiva la ambición.

Gulliver le cuenta al caballo cómo es el mundo del que viene, —que no es tan distinto al actual—, y que las prioridades son económicas, que nadie ayuda a nadie, que los gobernantes lo hacen en su beneficio. A medida que Gulliver describe cada denigrante aspecto de ese mundo, —que parece el nuestro— muestra una creciente vergüenza y descontento, al verlo a través de los ojos de un ser tan superior como el caballo, Gulliver no puede entender cómo somos tan ruines y nos traicionamos a nosotros mismos.

Edgar Rice Burroughs, (Chicago 1875- Encino, California 1950) aunque escribió muchas obras del 'Oeste', dee aventuras, tiene una serie en la que narra gestas de ficción, de princesas y guerreros en la serie de Barsoom, el Marte ficticio del escritor. Tiene una gran cantidad de novelas publicadas, pero su fama le ha venido por la serie de novelas de  Tarzán.


Tarzán representó para muchos niños descubrir la naturaleza en su estado más poético,salvaje y fascinante. De la serie de 20 novelas sobre Tarzán yo la que recuerdo haber leído fue la primera, la de Tarzán de los monos.Tarzán es la historia del hijo huérfano de una pareja de aristócratas ingleses abandonados en África a finales del siglo XIX. Después de la muerte de sus padres Tarzán (John Clayton) es adoptado y educado por una manada de monos a los cuales Burroughs los llama "mangani", una especie imaginada por el escritor, pero con características de gorilas, chimpancés y homínidos, incluyendo una forma de lenguaje primitivo. Copio un pasaje que aún recuerdo bastante bien sobre la niñez de Tarzán:



Johnny Weissmüller, el Tarzán más popular y Edgar Rice Burroughs.

''Las zancadas del pequeño Tarzán aumentaron en rapidez,era un trepador excelente. Hacía una infinidad de maravillas que sus pequeños hermanos -los monos- eran incapaces de imitar. Tarzán sabía más que los monos en muchos aspectos y a menudo los dejaba admirados con su astucia, aunque en cuanto a tamaño y fortaleza se encontraba en inferioridad. Porque a los diez años los grandes antropoides habían alcanzado su plenitud física y ellos medían cerca del metro noventa de estatura, mientras que el pequeño Tarzán era un muchacho a mitad de su desarrollo. Desde la más tierna infancia se había valido de las manos para saltar de una rama a otra, a la manera que lo hacía su gigantesca madre, y durante toda la niñez se pasó horas y horas todos los días desplazándose con sus hermanos a toda velocidad por las copas de los árboles''

En el año 1919 Egdar Rice Burroughs, el exitoso autor de Tarzán,  compró, en el Valle de San Fernando, el Rancho Otis en un enclave llamado 'Runnymede' cercano a Los Angeles, CA. El inmenso Rancho Otis lo convirtió, poco tiempo después, en 'Rancho Tarzana'. En 1923 Burroughs subdividió parte de sus tierras convirtiéndose en promotor de viviendas y en 1930 por decisión popular cambiaron el nombre de la ciudad por el de Tarzana. Hoy en día la ciudad de Tarzana tiene una población de 25.000 habitantes. Burroughs es considerado 'El primer ciudadano de Tarzana'. Hoy en día su nieto Danton Burroughs gestiona los archivos familiares a través de su página web.

Para mí Tarzana, esa pequeña ciudad enclavada en el Valle de San Fernando y cercana a las playas de Santa Mónica ( Los Angeles, California), tiene un encanto especial, un recuerdo inolvidable ya que la vida me trajo un amor grandioso, virtual e inesperado. Una preciosa mujer que, por el espacio de doce meses, supo crear un Universo propio al margen de su vida y de sus ataduras familiares para dedicármelo a mí.

Por el contexto difícil de la situación personal es, al menos para mí, una historia irrepetible. Una situación tan complicada que, si no fuera porque yo la viví, me parecería poco creíble. La historia es sencilla y posible, aunque no frecuente, es una historia de un amor epistolar. Ahora con la lejanía del tiempo transcurrido me parece aún más difícil que pudiera repetirse. Es como, si en aquel momento, el universo se hubiera saltado todas las leyes físicas que lo regulan para propiciar un manto protector que permitiera movernos por un espacio sideral construido exclusivamente para nosotros.

Posiblemente la correspondencia a distancia sea portadora de un virus desconocido que hace despertar sentimientos. Es probable que mi osadía estuvo siempre dentro de mi de una forma latente, pero cuando estalló no te reconoces y tomas decisiones que no sabías que eras capaz de tomar. Vivir una historia de amor a cierta edad es lo más maravilloso que se pueda esperar, convirtiéndote por un tiempo indeterminado, en quinceañero con la inconsciencia y todas las agravantes propias de esa edad. Cambian las prioridades, la osadía se convierte en un elemento natural, el estado de ánimo se transforma. El rigor, el aplomo y la seriedad se desvanecen, se funden en palabras y, a cada una de ellas, sabes que estas haciendo por enésima vez un viaje al centro de la tierra. Sabiendo que en este viaje al centro de la tierra está más candente que nunca...

Las historias de amor, como todo en la vida, nacen, se desarrollan y fenecen, pero la existencia personal se ha enriquecido por ese limo fertil del afecto y, con seguridad, ha dejado que tu persona adquiera una mayor dimensión espiritual, el amor es la esencia que fertiliza la vida...
Lluís Busom i Femenia