martes, 5 de octubre de 2010

| CUERPO DE GRIFÓ | La dualidad España-Cataluña |

En el mundo mítico y fabuloso existe el Griu o Grifó, un monstruo que se representa con un cuerpo imposible, un híbrido mitad águila, símbolo de la arrogancia, y mitat león, símbolo de la fuerza. Un ser contrario a natura que podría representar la dualidad de la relación España/Cataluña, mitad y mitad dos bestias, dos seres imposibles que conviven en un mismo cuerpo, una dualidad imposible. Un monstruo que, su pico de águila se había ganado el prestigio guerrero de poder sacar los intestinos a su presa en pocos momentos. Mientras, en el otro lado de su cuerpo, las garras del león eran capaces de preparar una rebanada de pan con tomate, mientras el águila destripaba un azteca o un inca. La cabeza representa el águila imperial española, animal depredador que no para de devorar, alimentándose de todo el que puede, chupando de la ubre del león.

La parte del Grifó que es cuerpo de león, se siente incómodo al formar parte de esta unidad monstruosa, el león quiere ser poderoso, luchador y quiere volver a ser el rey dominador de su territorio. Sus células quieren moverse por sí solas, quieren separarse de su otra mitad, del águila imperial española. Por la espalda de este cuerpo monstruoso y desigual cohabitan parásitos que, como enfermedades, lo contaminan todo. Parásitos que, todo y estando asentados en la parte depauperada del león quieren tener un pie a cada lado, circulan y se desplazan por su piel hasta el cuerpo del águila transportando las sustancias que allí se generan, chupando la eséncia vital de su cola para llevársela al estómago del águila imperial, consiguiendo debilitar y empobrecer la otra parte.


Las rémoras también viven y conviven en los dos cuerpos, se acomodan tanto en las garras del águila como en los muslos del león. Cuando ya se han instalado y forman parte del ombligo popular del león, se acomodan en esta parte del monstruo para controlarlo, para dogmatizarlo, machacando que la unidad del Grifó es indisoluble. Insistiendo que el león forma parte del águila y, a la fuerza los quieren 'aguilizar' y —lo quieran o no— los leones son 'aguiluchos' y que ellos, con su cuerpo de águila, está formado por nobles y patricios que son los únicos que pueden mandar, son la curia política de todo el Grifó.

Cuando ya creen que han hecho el trabajo uniformador, frecuentemente se desplazan a la cabeza del águila y se comportan como cuervos entorpecedores de las iniciativas y voluntades de donde habitan, son los principales detractores y 'quinta columnistas' del león. Se desplazan para criticarlos hiriendo donde más les duele, la lengua y sus costumbres y lo hacen para destruir uniformándoles. Incluso un tribunal de los suyos ha sentenciado que la lengua propia de esta parte del león, ya no es apropiada. Ahora un grupúsculo de 'Ciudadanos' se están planteando proponer el lenguaje por signos o estrictamente guturales. La abundantes rémoras instaladas en el cuerpo del león defienden sus privilegios, se sienten todo y parte, entorpecen, obstaculizan y empobrecen según les favorezca o convenga.

Todos saben que construir un Estado propio de Cataluña es cosa imposible. Hasta que llegan unos que no lo sabían y lo hacen.
Lluís Busom i Femenia