Lo real, lo imaginario y lo simbólico
son términos utilizados por el médico y psicoanalista francés Jacques Lacan
(1901/1981), para señalar unas dimensiones, que él llama registros de lo
psíquico. En su tesis estos tres registros —lo real, lo imaginario y lo simbólico—
se encuentran relacionados conformando una tópica. Esta tópica constituye una
estructura que se puede representar como elementos entrelazados de un modo
semejante a un nudo Borromeo. Se llama así al
constituido por tres aros enlazados de tal forma que, al separar uno cualquiera
de los tres, se liberan los otros dos. Pero estrictamente hablando es un
enlace, el cual hago mío para poder explicar mi historia, ya que en ella, las tres partes están presentes y arman mi escrito. Esta característica resulta interesante para la topología
combinatoria y para la Teoría de nudos en la que, según Lacan, es un proceso de pensamiento
del orden simbólico que involucra siempre una base o soporte en lo real y una
representación en el registro de lo imaginario.
"Los problemas del mundo no pueden ser resueltos por los cínicos ni por los escépticos, cuyos horizontes están limitados por las realidades evidentes. Necesitamos gente que pueda soñar cosas que nunca existieron" John Keats
AMAR A UN RUISEÑOR
Es una de las formas de intentar
explicar una vivencia que es a la vez, un hecho que se inició de forma
imaginativa, se desarrolló simbólicamente de forma virtual y acabo siendo, en
gran parte, una realidad que ha arañado con consistencia emociones que han
magnificado la percepción de la realidad y, que se han expresado como toda
emoción, físicamente.
Esta historia es la sublimación del
anudado de esos tres caminos, al que yo he convertido, de forma frágil y
poética en un ruiseñor. Es una de las formas de enmascarar lo que uno quiere
decir y decírselo a alguien sin nombrar a la persona a quién va dirigido y, por
tanto, construir una historia amando un ideal simbólico, imaginado y vivido.
Una vez explicado ese pequeño embrollo psicoanalítico, entonces la construcción
del relato se convierte espontáneamente fácil, hablas de una puesta de sol, de
un lugar, de un árbol o de cualquier otro icono que pueda representar el
símbolo de algo que estimas y que la veneración por ese ser querido te hace
decir cosas como la de amar a un ruiseñor.
La vida, el pequeño mundo en el que
me muevo, han dado más alas a mi pensamiento que a mis piernas, creo que mis
palabras tienen el vuelo imaginativo para poder llegar a expresar sentimientos
que me nacen hacerlos y expresarlos con convicción. Tampoco creo que ninguna de
mis palabras merezcan un análisis del por qué las construyo, las imagino, las
siento y las vivo. Sucede, como todo en la vida, que las palabras se piensan,
se crean y quedan escritas negro sobre blanco y ya no tienen vuelta atrás. Una
vez plasmadas, los matices ya no son posibles hacerlos, quedan dichas y así es
como debe ser.
Eres mi ruiseñor, en que el roce de
tu piel, me reconforta. Un ruiseñor que ha vuelto a la vida, al menos a la
persona que yo te quiero imaginar como ese pájaro al que, como el polen
imperceptible se cuela por mi nariz y en mi respiración. Tus maravillosos gorjeos nocturnos han insuflado en mi existencia, vida. La vida se ha
apoderado de mí gracias a tus mimos, a tus palabras, a tus flirteos y cantos nocturnos amorosos y, también, a tus picotazos en mi
nariz, incluso esas dulces pataditas en mis espinillas que tanto sobresalto me
han causado, pero por sobre todas las cosas, emergen nuestras risas, nuestros silencios
y nuestros sentimientos.
Un ruiseñor que con tus palabras, con
tus sinceridades me he dado cuenta de cuán inmenso es tu corazón, de cuán
majestuoso es tu vuelo. Eres ese lindo pájaro que saliendo de la noche de los
tiempos, de una acurrucada hibernación, apareces con todas las aspiraciones a
sentirte mujer, has vuelto a la vida con esperanzas renovadas. Tampoco quiero
atribuirme todo el mérito de tu renacimiento vital, de ser el causante de la
explosión de tus alas voladoras que tanta sensación de arropamiento me han
dado. Pienso, que es la suerte de los enamorados, que es el Universo generoso
quién ha sabido premiar el esfuerzo imaginativo de los dos para que, con la
complejidad del Universo de los sentimientos, tengamos firmes caminos por donde
andar.
En los primeros tiempos te observé
casi a escondidas, pero tus atrevimientos, tus trinos me enamoraron y tu
prestancia y tu vuelo elegante me cautivaron. A cada mirada que me dedicaste, a
cada roce de tus alas en mi cara supe ver en ti el ruiseñor deseado desde
siempre, el más lindo de todos eres tú. Con tus compañeras de vuelo, tú siempre
has destacado, siempre tuve preferencia por tu pico sonriente y tus alas
envolventes, siempre! Un ruiseñor de pecho generoso, de figura agraciada y
esbelta. Cuántas veces te he contemplado mirando con ojos sorprendidos la
infinidad de tus movimientos, de tus posturas, suspendida en el aire como si
estuvieses colgada de un almendro invisible, un ruiseñor que me ha enseñado y
me ha hecho entender la belleza de los árboles, de las flores, de los poetas,
incluso sobre Platón para adentrarte sobre las virtudes morales infusas y
difusas... en las que, antes de conocerte, has tenido que vivir.
—Bueno, bueno, bueno y ahora cómo me
bajo de este trono, Smot?! Gracias, ya me creo ruiseñor, me siento cómoda en mi
plumaje, me siento poderosa con mi canto, pero por sobretodo me siento
inmortal, más allá de como me has hecho sentir, quisiera poder alegrarte,
acompañarte, retribuirte en todo tu afecto con mucho más afecto aún.
—Las gracias te las doy yo a ti, Rossignol Philomèle —chant qui aime le chant— linda Luscinia, por
aparecer en mi escrito, tu respuesta es la que he estado esperando desde que empecé a escribirte...
Pero lo que me hizo apreciarte de
verdad, amada Josefina, sentirte cercana, sentirte mía, fue ese pájaro que, encontrándose en
distintos caminos de tu vida, el azar más que ninguna otra cuestión o, tal vez
mi caída sorpresiva desde lo alto del cielo, cambiaron rumbos y caminos
indecisos que ya formaban y conforman tu vida. Posiblemente reafirmaron lo que
tú necesitabas ser. Pero lo que más me llegó a mi interior fueron tus trinos de
aceptación, de aceptación amorosa, de entrega amorosa.
Pero mis trinos, mis mimos de noche
correspondiendo a tu amor terminan con la posesión de tu alma. Mis gorjeos a
otras horas, los de madrugada, cuando el día se levanta ya no son para corresponderte en los juegos que demanda tu
amor, sino que son gorjeos de guerra para mantener a raya a otros machos
provenientes del Bois de Boulogne, en persistentes viajes migratorios a ultramar.
Me maravilla que haya sido así, tal
como he podido comprobar, sentir y acompañarte en ese viaje en que nuestras
alas se han rozado tanto, con tanta intensidad acariciadora, que hemos llorado de placer. Posados en el alambre del
hilo telefónico se ha producido el cambio —el cambio soñado— tan celebrado por
los dos, para contemplar como con tus alas extendidas, mi venerado ruiseñor has
echado a volar. Tus patitas están libres, ya te sostienes fuera del alambre
comunicador y lo haces con la entrega de ser mi deseado ruiseñor que, por tus
vuelos juguetones, sinceridades y gorjeos te haces querer, por eso te quiero y
mil cosas más.
Lluís Busom i Femenia
P.S. Gracias Ruiseñor, por llenar mis ojos con tu sensibilidad e inteligencia y hacer que mi vuelo se eleve cada día un poco más.
P.S. Gracias Ruiseñor, por llenar mis ojos con tu sensibilidad e inteligencia y hacer que mi vuelo se eleve cada día un poco más.
Is
the merry Nightingale
That
crowds, and hurries, and precipitates
With
last thick warble his delicious notes,
As
he were fearful that an April night
Would
be too short for him to utter forth
His
love-chant, and disburthen his ful soul
Of
all its music!
¡Es
el alegre ruiseñor
que
concierta y apura y por fin precipita
en
cascada de trinos sus notas deliciosas,
temeroso
quizá de que esta noche de abril
no
le alcance para lanzar
su
canto de amor y descargar su alma
de
todo lo que es música!
Fragmento
de Oda a un ruiseñor, de John Keats.
Oda a un Ruiseñor, de John Keats.
La idea del poema nace porque
el ruiseñor que canta con fina maestría, hiere de música al poeta en medio de
su abandono silvestre, y tanta felicidad sonora le duele, no por envidia sino
por sobreabundancia de gozo. Su yo se eleva por encima de los árboles con sus palabras llenas de poesía, para confundirse con el ruiseñor que allí canta; eso le sirve para comparar la naturaleza trascendental con la transitoriedad del mundo físico, ya que el poeta, que presiente su muerte, ansía esa eternidad. El poeta se siente
sumergir en esa penetración total donde la pérdida de identidad funde
sensaciones y sentimientos con sus causas, donde se confunden objeto y sujeto.
Ha
ordenado y clasificado todas las entradas de mi blog.
y,
lo ha hecho, dándome un código:
site:luisbusom.blogspot.com
Para
verlas sólo hay que clicar el link de más abajo,
una
vez abierta la página a la izquierda tiene varias opciones, entre ellas,
las
imágenes que he utilizado en cada escrito.
OTROS ESCRITOS
Las sutiles e invisibles alas de la poesía, acarician el espíritu, cuando lo real despierta la imaginación al punto que lo simbólico puede expresar el más puro de los sentimientos,el amor.
ResponderEliminarSorprendente y envidiable realidad.
Excelente trabajo, felicitaciones!!!.
Sin duda la imaginación se aferra a todo lo que alcanza su mano poderosa para convertirlo en símbolo eterno —como sí fuese una instantánea— del momento vivido para ofrecer y expresar el más puro de los sentimientos, el amor. Pero la vida enseña que hay que tomar el día como lo único que tenemos... como dice Horacio en Odas: Carpe diem, quam mínimum credula postero: Aprovecha el día, y no confíes lo más mínimo en el mañana. Mejor será aceptar lo que venga, ya sean muchos los inviernos que Júpiter te conceda, o sea éste el último... También hay que valorar y tener en cuenta las palabras de Catullo que nos recuerda en su poema.
EliminarPOEMA LXX Gaio Valerio Catullo
Nulli se dicit mulier mea nubere malle
quam mihi, non si se Iuppiter ipse petat.
dicit: sed mulier cupido quod dicit amanti,
in uento et rapida scribere oportet aqua.
La mujer que amo dice que no hay nadie a quien prefiere casarse
conmigo no, si Júpiter se iba a cortejarla.
Dice: pero lo que una mujer dice a su amante ardiente
debe ser escrito en el viento y el agua corriente.
Gracias por tu acercamiento y opinión, agradezco de corazón tus amables palabras, siempre son un placer y un estímulo recibirlas.
Creo que tú yo, aunque poco sabemos de nosotros, tendemos de coincidir con las palabras, palabras que muchas veces tienen la fuerza de una caricia. Muy a menudo las tuyas tienen la fuerza de la lluvia fina que, aparentemente imperceptible, cala hasta los huesos. Me gustaría que nuestras palabras nos permitieran compartir algún sueño. En una palabra, me gustaría compartir contigo escritos, conozco lo que escribes públicamente, sé que eres una mujer inteligente y profundamente sensible a la belleza y al amor. Me gustaría compartir en privado o en público escritos que fueran expresión del amor o de cualquier otro tema que te apetezca escribir. Yo te brindo, modestamente, mi Blog para escribir como una especie de diálogo onírico sobre temas que sí bien yo tengo mis preferencias, la invitación es totalmente generosa y abierta. Un saludo y un beso.
Absolutamente sorprendida e infinitamente agradecida, tu propueta es ante todo muy generosa, no creo que necesites de nadie para escribir de la manera interesante como lo haces, no obstante nos debemos una charla donde podamos expresar ampliamente nuestros diferentes puntos de vista con respecto a tu singular invitación.
EliminarGracias, seguimos en contacto, un beso.